Lugar castrense
“La Escuela de Carabineros era (y probablemente es) un plantel de ejemplar limpieza y de justa belleza. Me imaginaba como estar en un mundo artístico. El aseo tranponía todo comentario. Había jardines debidamente delineados, pastales de formas simétricas, árboles frondosos, arbustos de raras contexturas. Poseía una caprichosa piscina, tal vez exclusiva en su diseño arquitectónico. Era ésta pequeña, pero muy graciosa; la transparencia del agua impresionaba” (33/34)
	
    ¡Ordene, mi teniente!  
  
	
    Armando Médez Carrasco  
  
	
    No registra  
  
	  		
    		Página:
  		
	
    33/34  
  
	  		
    		Año de publicación:
  		
	
    1965  
  
	  		
    		Edición:
  		
	
    2  
  
	  		
    		Genero:
  		
	
    Novela