La piojera
Se cae a La Piojera caminando por la calle Aillavilú, en pleno barrio de la estación Mapocho. Es llamada así porque en esta chichería picaban piojos grandes y chicos. Otros aseguran que el nombre se lo dio don Arturo Alessandri Palma, que una vez que lo llevaron habría exclamado: "¡Y a esta piojera me trajeron!". Lo cierto es que bajo un emparrado estaban las pipas de chica y de vino. No había cocina, pero uno podía llegar con los comistrajos que casi siempre eran mariscos. Allí se facilitaban fuentes y servicios. Como La Piojera quedaba cerca del Mercado Central era fácil adquirir toda clase de mariscos y llevarlos al local, donde se comenzaba el goce de desconcharlos y prepararlos
	
    El Santiago que se fue  
  
	
    Oreste Plath  
  
	  		
    		Genero:
  		
	
    no ficción